una mujer sin dientes quita piojos a una niña
con los ojos llenos de nubes. Dos niños
esperan turno. Me siento junto a ellos
y aguardo las manos de la espulgadora.
No tengo piojos, pero no se puede viajar
hacia la muerte sin caricias.
Señas particulares
Josefina Estrada
[k-ina]
1 comentario:
Este magnífico poema es del libro moneda de tres caras de Francisco Hernández Pérez... sería apropiado que incluyeras el credito al autor.
Publicar un comentario