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Me gusto que lloraras.
Que blandos ojos sobre tu falda!
No se. Pero tenias
de todas partes, largas
mujeres, negras aguas.
Quise decirte: hermana.
para incestar contigo
rosas y lagrimas.
Duele bastante, es cierto,
todo lo que se alcanza.
Es cierto, duele
no tener nada.
Que linda estas, tristeza,
cuando asi callas!
sacale con un beso
todas las lagrimas!
Que el tiempo, ah,
te hiciera estatua!
Jaime Sabines.

XXI

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A veces te veo muerta
en mis propios ojos
y el envenenado polen
que se despoja de tus labios
me asfixia en extraña calma.

Y muerto busco tu cuerpo
al amanecer de una agonía
¿quizás aún no has muerto?,
¿quizás aún sigo con vida?,
seducido por esta alegría,

que un día besó a mi soledad
y marchó fugaz como un respiro;
De sombras cubrió la claridad
y me abrazó en su suspiro,
ahora se agita sin vanidad.

Y perdido en el bosque
persigo a tu aurora,
sé que sigues en el instante
y esperas en el amanecer,
en una marea de oro.

Tal vez sea lo mejor, tal vez no,
tu arribo es un hecho, ya un recuerdo
y ahora flotas en mis párpados
que ya están cerrados...
que jamás despertaron.


Nacho